Documentos de la NSA, obtenidos por Edward Snowden, confirman la existencia de la red ECHELON, una red de espionaje secreta de las comunicaciones por satélite. ECHELON fue creada por los EEUU y el Reino Unido en la década de 1960, convirtiéndose en la precursora de la red mundial de vigilancia actual. Como ya ha sucedido tantas otras veces, mucha gente calificó la existencia de ECHELON de “teoría de la conspiración sin fundamento”. Ahora se confirma que era real. Dichas revelaciones reivindican el trabajo de investigación del periodista británico Duncan Campbell, quien fue el primero que escribió sobre la existencia de ECHELON en 1988 y continuó escribiendo sobre el programa durante los siguientes 27 años.
Los documentos filtrados por Snowden, confirman que el programa se creó en 1966, justo un año después de que se lanzaran a la órbita terrestre los primeros satélites de comunicación.
La red de vigilancia recibió el nombre en código de FROSTING y consistió en dos subprogramas. Mientras que TRANSIENT estaba enfocado en vigilar las comunicaciones por satélite de la Unión Soviética, las señales de satélite occidentales debían ser cosechadas por ECHELON. Con el tiempo, toda la vigilancia por satélite se fusionó en único programa llamado FORNSAT, un programa de vigilancia global expuesto por las revelaciones de Snowden. Los documentos obtenidos por el periodista Duncan Campbell, mostraron que ECHELON, también llamado Proyecto P415, interceptaba las conexiones satelitales y las llamadas telefónicas, de télex, de telégrafo y las señales de ordenador. El diseño del programa buscaba, de forma premeditada, la instalación de un Gran Hermano: un sistema automático de vigilancia electrónica global para escuchar en todo el mundo y a todos los ciudadanos sin excepción.
Los primeros receptores ECHELON se establecieron en Bude, en Cornualles, Gran Bretaña, para el seguimiento de las señales enviadas por los satélites Intelsat sobre el Atlántico. Un sitio secundario fue situado en Yakima, cerca de Seattle, en el noroeste de los Estados Unidos; comenzó a funcionar en 1974 e interceptó las comunicaciones a través del Pacífico. Ambas estaciones se gestionaron desde la sede de la NSA, utilizando las redes de comunicación llamadas Starburst.
A pesar de las repetidas negativas de la existencia de ECHELON por parte de las agencias de inteligencia de Reino Unido y EEUU, como la GCHQ y la NSA, el Parlamento Europeo inició una investigación en 1999.
Según los informes de la NSA obtenidos por Snowden, los funcionarios de la NSA se refirieron a los investigadores europeos como “cerdos revolcándose en la porquería”. El informe final del Parlamento Europeo recomendó ampliar medidas para frenar la vigilancia masiva. Fue aprobado el 5 de septiembre de 2001. Durante décadas, la NSA y GCHQ calificaron de “teóricos de la conspiración” a todas las personas que expresaron sus preocupaciones sobre el programa ECHELON.